Cuando consideramos las potencialidades de todo ser humano, debemos de considerar una serie de condiciones que son necesarias para que cada una las potencias se logre desarrollar y transformar en acto.
Debe existir la posibilidad de llegar de la idea a la acción.
Las potencias que todo ser humano logre desarrollar a lo largo de cada uno de sus procesos de transformación y cambio; darán cuenta de la capacidad transformadora de todo individuo social. Nosotros al estar como agentes transformadores en la educación podemos influir para que nuestros educandos potencien todas esas capacidades que han permanecido por mucho tiempo aletargadas. La inversión de energía en los diferentes trabajos que se desarrollan deben causar una movilización de todas las ideas y proponer un cambio de la realidad circundante que se verá evidenciada en un cambio de actitud.
Para permitir un libe desarrollo de las potencialidades han de orientarse las acciones al proceso de cumplimiento de los propósitos mas cercanos; atendiendo con ello las ofertas del sinnúmero del posibilidades que se descubren en un grupo y que ayudan al afianzamiento, reconocimiento, y valoración de las mismas frente a las amenazas que hay por fuera.